viernes, 9 de marzo de 2012

HUELVA ES FEA. COLLAGE SOBRE LA DIVINA BELLEZA. Sostenibilidad y Optimismo.


Publicado en el Odiel Información el 25/10/2009. Beatriz Quirós e Ignacio Fernández Torres

A muchos onubenses en verano nos toca resistir en una Huelva casi fantasma, entretenidos con los paseos o a lo peor con el trabajo. Pero este año nos ha deparado alguna sorpresa: el encontronazo con turistas, hasta con plano en mano. ¿No se suponía que Huelva era fea?, ¿No estarán buscando pelea?, quizás buscan desdecir los viejos tópicos que siempre han acompañado a nuestra ciudad.

Es evidente que Huelva no es una ciudad de fuerte carga monumental, y probablemente por ello los onubenses han centrado históricamente[1] su estimación de la ciudad en el valor de un entorno físico excepcional, de manera que la vinculación con la naturaleza circundante ha construido la identidad más potente de Huelva.


Pero la falta de identidad de la propia ciudad quizás no deba ser el problema para entender una idea de belleza más contemporánea y que no se apoya en los patrones decimonónicos de corte pintoresquista[2].

"Se ha extendido que la identidad deriva de la sustancia física, de lo histórico, del contexto, de lo real. Pero el hecho es que el exponencial crecimiento humano implica que el pasado, en algún momento, se quedará demasiado pequeño para ser habitado y compartido por los que lo viven. Por extensión la historia encuentra su depósito en la arquitectura, las actuales cifras de población inevitablemente explosionarán y agotarán la sustancia previa. La identidad concebida como esta forma de compartir el pasado es un concepto perdido: no solo hay proporcionalmente cada vez menos que compartir, sino que la historia también tiene su lado odioso, hasta el punto en que su disminuido reparto se convierte en algo insultante.

La identidad es como una ratonera en la que cada vez más y más ratones tienen que compartir el cebo original, que inspeccionado de cerca, puede llevar vacío siglos. La identidad mientras más fuerte, más acorralada, más se resiste a la expansión, la interpretación, la renovación o la contradicción. La identidad puede cambiar su posición o el mensaje que emite sólo a costa de desestabilizar la navegación. (París sólo puede ser más parisina -está de hecho en el camino de convertirse en un Hiper-París, una caricatura pulida. Hay excepciones: Londres -cuya única identidad es la carencia de una clara identidad- está convirtiéndose perpetuamente en menos Londres, más abierto, menos estático)".[3]

Sustituir París por Sevilla y Londres por Huelva.
Replace Paris by Seville and London by Huelva.
Remplacer Paris par Sevilla et à Londres par Huelva.
塞利取代瓦巴黎和敦.



Rem Koolhaas describe muy bien el problema de la identidad aunque esta posición pueda parecer algo radical, pero como él describe, probablemente al preservar un edificio muchas veces se caiga en la falsificación o aún peor en trabajos de maquillaje construyendo una falsa imagen de la historia y de la identidad. Quizás es más coherente ver la degradación de la parte histórica como una nueva manera de interpretar y observar la arquitectura: La decadencia entendida como una forma de interpretar la arquitectura.

Al fin y al cabo, el valor patrimonial de Huelva probablemente se encuentra en lo mismo que en otras ciudades con etiquetas XL de belleza, en conceptos como la escala de un edificio o de una calle, la memoria de algo modesto, o la forma de usar la ciudad. Herramientas para lo bonito mucho más sólidas que están tan lejos de la Tabula rasa como del proceder cosmético en el que curiosamente han sido re-construidas estas ciudades en idéntico marco temporal.

Entendida así la belleza, se hace difícil encontrar una ciudad más fantástica y auténtica que Huelva, una ciudad donde la existencia de un suelo industrial por perecer y la falta de valor monumental abre un campo infinito para que los onubenses puedan construir su ciudad y su identidad tantas veces como quieran; una ciudad donde lo mejor está sin duda por llegar, ¿Qué ciudad puede decir esto de verdad? 




[1] Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz, Huelva 1845. Huelva y La Rábida, Braulio Santamaría, Huelva 1882. Huelva, la construcción de una ciudad, Mª Asunción Días Zamorano, Ayuntamiento de Huelva 1999
[2] Sidney K. Robinson, Inquiry into the Picturesque, The
University of Chicago Press, Chicago 1991.

[3] La Ciudad Genérica, Rem Koolhaas, Gustavo Gili 2006.

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